Puerto Rico es un País que vive de sobresalto en sobresalto. En cada ocasión ordenamos un estudio y, en ocasiones, creamos oficinas. De ahí el gigantismo gubernamental que nos agobia innecesariamente, y que es una de las razones de nuestros predicamentos económicos.
La Oficina de Energía, o como le quieran llamar ahora, (nos pasamos cambiando nombres de las instituciones), es un buen ejemplo de una estructura establecida de buena fe, y que no cuenta "ni para pul ni para banca". Nadie le hace caso. Nada propone. Ejemplo de esto es que la misma debiera ser el motor tras la utilización de fuentes de energía renovables, debiera estar promoviendo la utilización de autos híbridos, etc...
Aquí, le reproducimos un recuento autorizado de su historia narrada por uno de sus escasos y eficientes manejadores.
La Oficina de Energía, o como le quieran llamar ahora, (nos pasamos cambiando nombres de las instituciones), es un buen ejemplo de una estructura establecida de buena fe, y que no cuenta "ni para pul ni para banca". Nadie le hace caso. Nada propone. Ejemplo de esto es que la misma debiera ser el motor tras la utilización de fuentes de energía renovables, debiera estar promoviendo la utilización de autos híbridos, etc...
Aquí, le reproducimos un recuento autorizado de su historia narrada por uno de sus escasos y eficientes manejadores.